Es posible que imagines que es demasiado joven o estás demasiado sano para sufrir un ataque cardíaco, y puede que tengas razón. Pero, a diferencia de un ataque cardíaco, el paro cardíaco repentino es un mal funcionamiento eléctrico en el que el corazón deja de latir inesperadamente, lo que impide que la sangre se bombee al cerebro y otros órganos, y causar la muerte si no se trata.
Dado que más del 30% de todos los paros cardíacos ocurren en público y después de 10 minutos, muy pocas víctimas de paro cardíaco repentino sobreviven, queremos darte la posibilidad de tener tu espacio cardio protegido presentándote nuestro servicio de venta y formación regulada para el uso del desfibrilador externo automático (DEA).
¿QUÉ ES UN DEA?
Un desfibrilador externo automático (DEA) es un dispositivo que revisa el corazón de una persona y administra una descarga eléctrica si ha dejado de latir normalmente. Si una persona se desmaya repentinamente, puede estar sufriendo un paro cardíaco repentino y es grave porque el corazón de la persona ha dejado de bombear sangre.
Esto puede suceder en cualquier escenario, marítimo y terrestre, por lo que es conveniente tener en cuenta que su uso seguro ha de ser comprendido y llevado a cabo con presteza. Si bien es cierto que el mecanismo es sencillo, el uso del desfibrilador debe realizarse con diligencia y responsabilidad, ya que estamos usando un equipo médico que suministra una descarga eléctrica, con la finalidad de ayudar a regular el latido de forma autónoma (de nuevo) de un corazón; para ello te damos la posibilidad de darte además la formación de su uso acorde a las indicaciones de la European Resucitation Council (ERC) y el plan nacional de RCP.
Contáctanos sin compromiso, solicita tu presupuesto y disfruta de la vida seguro y con seguridad.